Akumajaa.
Hubo en la guajira una habilidosa mujer
llamada Akumajaa, que un día se dedico a hacer un viaje a traves de la
inmensidad de la tierra wayuu para conocer, disfrutar y saciar su sed de curiosidad y conocimiento.
Akumajaa, con el consentimiento de su madre,
abuela, tías maternas, de su tío materno y los demás integrantes de su clan, partió
una clara mañana de la ranchería, hacia lo desconocido. He aquí la historia de
su viaje:
Visitó la región de las serranías aisladas de
poca altura y de bosque tropical: wuinpumuin. Luego se trasladó a jalaala y
conoció su vegetación de tunas, cactus, cujíes y dividivis… sació su sed en las
fuentes de agua de Aulechii, wui’ipa y Aalasu.
En palaatu’u queda la costa, allí habita la mar
(espíritu Pulowi, maligno) que es la mujer de juyá (lluvia), el padre, el
conservador de la vida. En la inmensa bahía hondita y en las ensenadas de
Jepirra (donde van los espíritus de los wayuu muertos) y carrizal… habitan espíritus
malignos Pulowi, Yolujaa Wanulu.
La inmensidad de la sabana, Anoui, semeja un
mar de pastos verdes en los meses en que juyá los riega con el liquido de la
vida. Juyá es el dueño de la horticultura, posee frutos y plantas excepcionales;
por eso la lluvia está asociada a la vida, y la sequía a la sed, la escasez, la
muerte está representada por Pulowi. En la sabana pastan los ganados.
Akumajaa atravesó la sabana, y sus patos la
llevaron a la región que queda al sur de la guajira, donde quedan las montañas
de montes de Oca, en Wopumuin.
El viaje de Akumajaa fue largo y muy
provechoso, ya que conoció otros hermanos wayuu de muchos clanes, y sus mujeres
le enseñaron los secretos y las técnicas de los oficios wayuu. También aprendió
muchísimas historias, que crecían en número, cada vez que conocía más gente o
cuando participaba en un Jayeechi.
En su recorrido por la geografía de la
guajira, Akumajaa aprendió a ver las diferentes y diversas formas que tienen
las cosas, los arboles, los animales, las montañas, la mar, los ríos, las piedras…
así como los colores, las texturas y los espacios que ocupaban en el entorno… y
aprendió a simplificarlos.
Cuando veía el sol Ka>i, o la luna llena,
Kashi, percibía una linea que bordeaba todo su alrededor; y al comparar la
redondes de la luna o del sol con un melón, una ahuyama o una tapara,
“descubrio” el circulo. Akumjaa comenzó a diferenciar el cirulo de la esfera, y
ésta de la circunferencia; se dio cuenta que la circunferencia es la linea que
bordea el circulo, no tiene area;es una sola linea. El circulo es plano, tiene área,
esta bordeado por la circunferencia. La esfera tiene volumen (tapra, ahuyama,
melón), o sea, alto, largo y ancho (forma tridimensional).
Cuando estuvo en la sabana, se encontro con
unos hermanos wayuu que se movilizaban con unos ganados en busca de pasto
(O’onowa); le dieron un buen recibimiento y cuando todos oian sus historias,
les contó su viaje por wuinpumuin, las montañas de poca altura, y al quererla
representar sobre la arena con una ramita, trazo de un triangulo… y así,
“descubrio” esa forma.
Otro dia, cuando estaba en la costa,
Palaatu>u, obsevaba unos pescadores; el azul de la mar se confundia con el
cielo y hacia un espacio infinito hacia el cual su pensaminto escapaba, y la
hacia soñar despierta ante la majestuosa mar. Se dio cuanta que una linea
invisible separaba al mar de el cielo. Esta linea “acostada”, servia para medir
la anchura de las cosa, de los objetos, de las distancias. Pues la linea del
horizonte de un rio era mas pequeña, si la comparaba con el horizonte de la
sabana, que era mas ancho.
Y desde ese momento de obsevacion y reflexion poética, Akumajaa, comenzó a utilizar la linea horizontal para dar idea de lo
ancho.
Akumajaa siguió “soñando despierta”, y al
proseguir su viaje, al internarse en las montañas de wopumuin y en Montes de
Oca, comenzo comparar su propio tamaño, que era “pequeño” en relacion con los
tamaños de los arboles que parecian clavarse en el cielo, y asi, “descubrio” la
linea vertical, la cual utilizó, desde ese momento, para definir la altura.
Una noche, nuestra hermana Akumajaa durmio en
una enrramda. El cielo estaba despejado y se marabillo de la grandeza de la
Aitu>u, bóveda celeste, y quiso hacer un grafito sobre la tierra, de la
posición de las estrellas; y se fue asi que explico sus conocimiento ya
aprendidos. Al observar y reflexionar sobre el medio ambiente que le rodeaba…
entre estrellas y estrellas, trazo unas lineas horizontales para describir lo
ancho, y unas lineas verticales para definir la altura. Al hacer esto se dio
cuenta que descubrió nuevas formas: el cuadro y el rectángulo. Akumajaa regreso
un dia a la rancheria donde habitaba su familia, hecha mas mujer, con prestigio
y sabiduría. Comenzó comentar las
historias de su aventura por la tierra de la guajira y en su vida diaria comenzó a aplicar todo lo aprendido.
En los oficios del tejido y la cerámica aplico
las tecnicas que le enseñaron otras mujeres wayuu… y modeló la arcilla y
fabricó las chiriguas para cargar y enfriar el agua; la wushu para cocinar los
alimentos, la amuchi y la jula>a para almacenar agua y granos; y la
Pachiisha, la urna funeraria del segundo entierro.
Combino la arcilla con el agua y modelo
diversas formas; de sus manos fueron saliendo bellas piezas; luego recogió leña
de cuji y bosta de vaca y con estos materiales realizo la quema de las piezas,
y el viento avivó la brasa y la arcilla se torno dura e impermeable, se
transformo en cerámica.
Esa es la historia de Akumajaa, una habilidosa
mujer Wayuu que realizo un largo viaje por tierra de la Guajira.
La mujer wayuu, así como Akumajaa, sale de sus
comunidades en busca de capacitación y superación para mejorar el medio de vida económico, social y cultural de su territorio. Ella como conocedora de los
diversos problemas que afronta su entorno, busca la manera de responder
positivamente al mejoramiento y entendimiento entre sus coterraneos.Muchas
veces regresan a sus comunidades con una misión y visión clara para el
mejoramiento de su cultura, envolviendose e lo etnico y dando un valor mas
exhausto a sus costumbres ancestrales.
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